En México existen cinco especies vegetales autóctonas emparentadas con la vid usada para producir vino (doméstica) que poseen propiedades medicinales y pueden utilizarse para tratar dolencias como la irritación ocular o el mal de riñón, según expuso una experta mexicana.
Así se desprende de la conferencia "Especies del género vitis en procesos de salud y enfermedad en México", dictada hoy por la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Margarita Avilés, dentro del X Congreso Internacional Salud y Enfermedad que se celebra esta semana en Ciudad de México.
De acuerdo a la exposición de Avilés, estas especies serían las variedades del género vitis conocidas como blanca, caribea, rotundifolia, tiliafolia y bourganeana.
Este género se incluye en la familia de las vitáceas, que cuenta con unas 600 especies en todo el mundo, la mayoría de ellas en climas tropicales a pesar de que la más conocida, la vitis vinifera, con la que se elabora el vino, procede de climas templados.
Estas especias tienen decenas de utilizaciones dentro de la medicina tradicional y en la década de los 80, el doctor mexicano Gregorio López tipificó su empleo en el tratamiento de 119 enfermedades.
Irritación ocular, diarrea y dolor de riñón son las dolencias combatidas más a menudo con hojas, frutos y raíces del género vitis, que también se emplean como diurético o como tratamiento en contra las mordeduras de serpiente.
Su papel dentro de la medicina tradicional se documenta por primera vez en el siglo XVI, cuando las propiedades curativas de estas especies aparecen citadas en documentos históricos.
Sin embargo, lo más probable es que esta utilización date de la época prehispánica, señaló Avilés.
Por su parte, la vid doméstica tiene en México y en el mundo entero decenas de usos para combatir males como el dolor de cabeza, aftas y llagas, vómitos y lombrices intestinales, entre otros (EFE).
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