lunes, 29 de septiembre de 2008

Viticultura por Satelite


Los viticultores franceses miran hacia el espacio exterior para ganar ventaja sobre sus rivales extranjeros, con una nueva tecnología por satélite que les otorgue una visión general de las características físicas y el potencial de los viñedos. Las imágenes satelitales, producidas conjuntamente por el Instituto Cooperativo del Vino (ICV) y por la compañía de geoinformación Infoterra, proporcionan a los productores datos sobre la presencia de agua y la composición de las uvas entre otras cosas, permitiéndoles una mejor gestión de la producción.

La tecnología, bautizada como Oenoview, es una combinación de fotografías aéreas y de imágenes satelitales cercanas al espectro infrarrojo, que otorga a los productores y a los compradores una visión de conjunto de la fortaleza del vino y del terreno antes de la cosecha.

Oenoview está basado en un servicio que ya está marcha para la agricultura, pero debido al reducido tamaño de las plantaciones vinícolas, esta herramienta requiere una mayor resolución, según afirmó el jefe de la división de innovación de Infoterra, Hervé Poilve.

"Esto permite visualizar la variabilidad observada del vino a nivel de los viñedos", dice Bruno Tisseyre, un académico del Instituto para la Investigación Agronómica.

La variabilidad de los vinos puede verse afectada por un gran número de factores, incluyendo las aguas en el suelo y las deficiencias de minerales.

Oenoview no sólo permite a los productores estimar el valor potencial de su plantación, sino que además les facilita la clasificación de las uvas por su calidad. Al poner todas las uvas de una calidad similar juntas, los viticultores pueden reducir el riesgo de producir vinos de baja calidad.

Sin embargo, esta herramienta no pretende remplazar a los técnicos vinícolas y a su conocimiento del terreno.

Para Tisseyre, la imagen satelital es un recurso suplementario que permite optimizar la información y orientar de una mejor forma el manejo de los vinos.

Sin embargo, la herramienta no es gratuita, lo que deja atrás a algunos viñedos. Jean Hemmi, técnico de las cavas de Fronton, cerca de Toulouse, dijo a Reuters que Oenoview era "un poco demasiado caro" y agregó que estaban buscando servicios de fotografías aéreas gratuitos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Mejor vino en bodega subterránea


Científicos de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un modelo matemático para determinar el ciclo anual de temperatura del aire dentro de las antiguas bodegas subterráneas, construcciones que han favorecido la máxima calidad en la crianza y maduración de los caldos con un coste energético cero. La ecuación desarrollada puede ser de gran ayuda para el diseño de nuevas bodegas y construcciones subterráneas, pues permite estimar de antemano las temperaturas interiores para una construcción concreta y seleccionar la ubicación y la orientación más adecuada.

De este modo, se puede evitar la tendencia a construir edificios aéreos para las bodegas como se ha venido haciendo durante el último siglo, tal como lo ha explicado a Efe uno de los responsables del trabajo, Ignacio Cañas, profesor del Departamento de Construcción y Vías Rurales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

El científico ha destacado las bondades de "la sabiduría popular" y la importancia de desentrañar los secretos "escondidos" en las bodegas tradicionales, cuyos niveles de temperatura y la calidad de sus suelos, han sido fundamentales en la maduración de los mejores vinos.

Los resultados de esta investigación, que se ha centrado en los vinos de la Ribera del Duero, han sido contrastados con datos experimentales obtenidos en tres bodegas subterráneas, que datarían de en torno a 1850, ubicadas a una profundidad de entre 1 y 6 metros, en la localidad de Morcuera, un pueblo segoviano de clima continental, con una temperatura media de 10,6 grados y situado a 1.060 metros de altitud.

El experto ha recordado que hoy en día se emplean numerosos recursos para la climatización de construcciones destinadas a la conservación de productos y alimentos, mientras que, tradicionalmente el vino ha sido criado en bodegas subterráneas en donde la inercia térmica del suelo, dada la escasa ventilación y su profundidad, ha proporcionado la adecuada estabilidad en la temperatura de los caldos, dándoles así sus particulares características.

El modelo matemático desarrollado por los investigadores de la UPM parte de la ecuación sinusoidal propuesta por Labs (1982), para estimar sin distorsión la temperatura del perfil del suelo; se han utilizado los datos de temperatura del aire del año climatológico típico y la difusividad térmica aparente en función del tipo de suelo.

El resultado ha permitido estimar el ciclo anual de temperaturas en el interior de construcciones subterráneas de forma sencilla, con una precisión aceptable, para conseguir unas condiciones óptimas en la crianza del vino.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Los Vinos de Alvaro Palacios en 'VICKY CRISTINA BARCELONA'


El director neoyorquino Woody Allen escogió personalmente los vinos de Álvaro Palacios para 'protagonizar' alguna de las escenas más significativas de su nueva película 'Vicky Cristina Barcelona', estrenada el pasado fin de semana en los cines españoles. La película protagonizada por Scarlett Johansson, Rebecca Hall, Penélope Cruz y Javier Bardem se rodó el verano pasado en Barcelona, Asturias y Nueva York. Se trata de una inteligente comedia sobre la complejidad de las relaciones personales, con un trasfondo profundo y amargo, un doble juego muy característico de este director.

En la trama de la película dos jóvenes turistas estadounidenses, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johanson) llegan a Barcelona sin poder imaginar lo que van a vivir envueltas en el ambiente cosmopolita de la ciudad. Su encuentro con un pintor español desinhibido (Javier Bardem) y su ex mujer María Elena (Penélope Cruz) es celebrado con el mítico vino de Álvaro Palacios, L’Ermita (DOC Priorat). En otro momento de la película, los protagonistas se desplazan a Oviedo, escena en la que brindan con el vino blanco Plácet (DOC Rioja), el único blanco que elabora Palacios, un vino a base de viura, producido en Alfaro, su ciudad natal, en la bodega familiar Palacios Remondo.

La elección de estos vinos fue una apuesta personal de Woody Allen, que los conoce por su gran presencia en el mercado estadounidense. A través de los productores de la película, (Mediapro, Gravier Productions y Antena 3 Films) se puso en contacto con Álvaro para proponerle la participación en este proyecto. Palacios se ha mostrado muy orgulloso de "pertenecer al universo estético de este gran director, por poder compartir plano con este elenco de actores y por poder sumarnos a un beneficioso esfuerzo de promoción de España, de lo mejor de nuestra cultura y nuestros productos".

El film, escrito y dirigido por Woody Allen, se presento en el mes de mayo en el Festival de Cannes y pre estrenado en nuestro país, el pasado jueves el 18 de septiembre, en la gala de inauguración de la 56ª edición del Festival de San Sebastián, momento al que corresponde la fotografía, en la que aparece Álvaro Palacios junto a Javier Bardem y Woody Allen.

lunes, 8 de septiembre de 2008

La aventura de un español en el Líbano para hacer vino

La producción de vino en Líbano no es algo nuevo, pues según comenta el enólogo expañol Gabriel Rivero, aunque no lo parezca es una de las más antiguas regiones vitivinícolas del mundo y su comercio está datado desde al menos hace 3.000 años, cuando los fenicios lo introdujeron como uno de los mejores caldos del momento en Atenas y Roma.

El madrileño Gabriel Rivero es enólogo en Castilla y León, en la bodega Marqués de Velilla de Ribera del Duero, pero su amor al suelo del Líbano, donde ha creado "Wines of Lebanon", le hace vivir entre ambos continentes para trabajar en una de las cosas que más le apasiona, el mundo del vino.

La bodega Marqués de Velilla está situada en la localidad burgalesa de La Horra.

Rivero es técnico especialista en Viticultura y Enología por la Escuela de la Vid y el Vino de Madrid y, tras sus primeras experiencias en Francia, entre ellas la de director técnico de Château Sociando Mallet en Burdeos, fue nombrado enólogo de la bodega Château Kefraya en el Líbano, concretamente en el valle de la Bekaa.

Allí pasó seis años y, en sus palabras, fue la experiencia más enriquecedora desde el punto de vista profesional, porque le permitió trabajar con diferentes tipo de suelos y variedades, pero también la vivencia personal caló.

Rivero asegura que la gran mayoría de los habitantes de este país sólo quieren vivir en paz y que son más las satisfacciones que los sinsabores que se encuentran en el día a día en el Líbano.

Desde hace unos años la sección de cooperación del Gobierno francés trabaja en el desarrollo de la zona norte del Líbano con los agricultores intentando fomentar el cambio del cultivo de hachis por el de la vid.

La producción de vino en Líbano no es algo nuevo, pues según comenta el propio Rivero, aunque no lo parezca es una de las más antiguas regiones vitivinícolas del mundo y su comercio está datado desde al menos hace 3.000 años, cuando los fenicios lo introdujeron como uno de los mejores caldos del momento en Atenas y Roma.

Como fruto del proyecto francés de cooperación, una cooperativa de agricultores extremadamente pobres están al cargo de unas 100 hectáreas de vid de las variedades viognier, cabernet, syrah y tempranillo.

Para vinificar esta producción, Rivero ha montado una bodega -Wines of Lebanon- junto con un socio francés y otro libanés, que realizará su primera cosecha este mismo año.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Chile 2008 | Una Vendimia Extrema

El frío invernal y la sequía convirtieron a la vendimia 2008 en una de las más difíciles de los últimos años. Se estima una caída de hasta un 15% en la producción en tintos. Mientras el merlot presentó serios problemas de deshidratación, los pinot noir apuestan al mejor año en su corta historia en el país.

El invierno de 2007 entre los más fríos que se tenga memoria, con nevazones incluidas, afectó a las parras. En la primavera, las bajas temperaturas siguieron haciendo de las suyas justo en el momento más delicado para las parras y afectaron la cuaja, el proceso más delicado. El resultado fue que se dañaron las flores y hubo una cantidad menor de granos por baya y un diámetro más pequeño de ellas.

Para alivio de los chilenos y para preocupación de los enólogos, el verano fue el más cálido y seco en años.

Claramente, la temporada enológica 2007–2008 fue una de extremos.

Algo que a primera vista puede parecer negativo, considerando que Chile se diferencia del resto del mundo enológico por su estabilidad, año tras año.

Pero cabe recordar que, justamente, en el resto del mundo son los años más complejos en los que se producen algunos de los mejores vinos. Por eso el desafío para los enólogos no sólo estuvo en el campo, sino que ahora se está dando en las bodegas, con la lucha por limar las asperezas de un año complicado y rescatar su carácter particular.

A continuación, una muestra de las características que marcaron la vendimia 2008 y qué esperar de los vinos de esta añada.

Calidad dispareja

Cuando se esperaba que la vendimia comenzara muy retrasada por el frío invernal y primaveral, el caluroso verano puso el pie en el acelerador y las bayas terminaron recuperando el tiempo perdido.

El problema es que el aumento del azúcar tendió a caminar más rápido que la madurez de los taninos de las uvas. Sólo un buen manejo de huerto y alguna ayuda del microclima del terroir ayudó a manejar de mejor forma esas variables.

La decisión fue esperar demasiado la madurez de las bayas, sacrificando un mayor nivel de alcohol, o cortar antes, logrando un menor nivel de esa variable, pero alcanzando notas más verdes y taninos más rústicos.Todo un acertijo que se repitió de norte a sur.

Es por eso que el gran premio de 2008 irá a los enólogos que supieron resolver correctamente esa ecuación.

El drama del merlot

Si quedaba alguien que todavía se resistiera a aceptar que el merlot presenta serios errores de plantación en Chile, este año debió terminar de convencerse.

La falta de lluvias en invierno y primavera, junto al calor estival potenciaron como nunca la deshidratación de las bayas.

De hecho, en zonas como Colchagua la caída de producción llegó al 40 por ciento.

La razón es que esta variedad es una de las más sensibles a la sequía y el calor. Sin embargo, en Chile se plantó en zonas muy cálidas. Un error que las viñas terminaron por pagar muy caro esta vendimia.

Caída en la producción

La formación de racimos con menos granos y que éstos tuvieran un diámetro más pequeño, obra y gracia de los fríos primaverales, provocó una tendencia a la caída en la producción. Según la Asociación de Ingenieros Agrónomos Enólogos, en tintos la baja rondaría entre el 10 y el 15 por ciento de la producción esperada para la vendimia 2008.

Eso sí, como generalmente las viñas restringen la producción de las parras, muchas de ellas pudieron hacer uso de ese "colchón" para aminorar la caída.

Además, se estima que una parte de las uvas de mesa que no pudieron ser exportadas, debido a la lluvia del 27 y 28 de marzo, fueron a parar a las cubas de fermentación de vinos corrientes.

Debido a esos dos factores, la caída real del volumen de la vendimia 2008 sólo se verá una vez que se terminen de embotellar las últimas partidas.

Lo que sí ya quedó claro es que en 2008 la industria del vino chilena tuvo un cambio de tendencia en cuanto al equilibrio entre la oferta y la demanda de la materia prima.

Hasta hace un par de años la sensación predominante es que había un exceso de oferta de uva, lo que de tanto en tanto deprimía los precios. Sin embargo, el alza de las exportaciones está generando una mayor demanda por uvas viníferas.

De esta forma, la caída de 2008 sólo adelantó un cambio que se vendrá con fuerza en los próximos años. Parece que esta vez la mano viene mejor para los agricultores que venden su fruta a las viñas.

Fuente: Autor: Eduardo Moraga V. - Medio. Revista del Campo Diario el Mercurio - Santiago - Chile