Un recrudecimiento de un siniestro que comenzó a finales de enero de este año 2009, ya acabó con miles de hectáreas de cultivo y vivienda en el sureste de Australia. El epicentro de las llamas se ubica en la localidad de Boolarra, en Victoria, una región que tiene cerca de 800 establecimientos vitivinícolas, y llego a tan solo 60 millas de Melbourne. Las dantescas escenas se ven desde el espacio a través de los satélites de la NASA.
Desde ayer sábado 8 de febrero, el fuego se enseñorea en una de las regiones mas ricas de la vitivinicultura australiana en un recrudecimiento de un siniestro que viene manifestándose desde los últimos días de enero pasado. El fuerte viento y la sequía contribuyen a hacer de la zona de Victoria un infierno, que ya cobró decenas de víctimas y destruyó miles de hectáreas de cultivos, entre ellas de vid. Las llamas y el humo se ven desde el espacio a través de los satélites de la NASA.
En las imágenes obtenidas de un satélite de la NASA se advierten los focos del incendio que afecta a la parte Sureste de Australia, al noreste de la ciudad de Melbourne y que ya se encuentra a sólo 60 millas de esta ciudad. Los Números 1,2,3,4 y 5 señalan los focos con una clara visión de las llamas. En el número 1 puede apreciarse la densa columna de humo que indica el foco principal (Foto del Satélite Aqua de la NASA procesada por Diario del Vino).
Cerca de 800 establecimientos vitivinicolas se encuentran en 21 regiones en el departamento de Victoria, zona que abarca la extensión del siniestro que avanza desde el sábado a velocidad increíble, destruyendo casas, cultivos, vehículos y todo cuanto encuentra a su paso.
"El infierno en toda su furia llegó a la gente de Victoria en las 24 horas pasadas", dijo el primer ministro Kevin Rudd a la prensa mientras hacía un recorrido por la zona incendiada.
Testigos dijeron que algunos árboles estallaron y hubo una lluvia de ceniza que caía del cielo. Las temperaturas alcanzaron un récord de 47 grados Celsius (117 grados Farenheiht), lo que se combinó con los fuertes vientos y creó las condiciones perfectas para la propagación de estos incendios incontrolados. Hay sospechas que el inicio del siniestro pudo ser intencional.
Un horizonte en llamas fue el espectáculo que muchas ciudades del sudeste australiano pudieron contemplar entre el sábado y domingo (Ver mas fotos haciendo click en la imagen)
El mayor incendio (Número 1 en la imagen) de 12 que había en el estado de Victoria consumió 30.000 hectáreas cuadradas (115 millas cuadradas) de bosques, campos de cultivo y poblaciones durante el sábado. Entonces el incendio se encontraba a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de la ciudad de Melbourne.
"Gran parte del municipio está quemándose", afirmó Peter Mitchell, un residente de la ciudad de Kinglake, donde murieron seis personas, según reportó la cadena Australian Broadcasting Corp. "No hubo tiempo de hacer nada... cruzó en unos minutos".
En el pueblo de Wittlesea, la organizadora Sally Tregae dijo que canceló el festival anual de música Country y evacuaron a miles de visitantes por seguridad.
"Vi árboles explotar frente a mí", dijo. "Es una cosa horrible. Tengo amigos que perdieron sus casas".
El domingo las noticias de las agencias dieron cuenta que los incendios en el norte de Melbourne, sudeste de Australia, causaron al menos 96 muertos, decenas de heridos y más de 700 viviendas destruidas, y se necesitarán días para controlar las llamas, que devastaron áreas increíbles.
En la zona rural al norte de Melbourne, sudeste del país, la situación es particularmente desastrosa y las consecuencias superaron las de 1983, en el llamado "miércoles de ceniza", cuando 75 personas perdieron la vida.
Según las autoridades, se necesitarán días para controlar todos los focos de incendio, muchos de los cuales tiene un origen doloso, de acuerdo a las hipótesis de las autoridades.
Kevin Rudd, Primer ministro de Australia, se toma la cabeza y el gesto de preocupación del Premier del Estado de Victoria John Brumby (derecha) remarca la angustia del momento.
La situación es tan grave que el primer ministro del estado de Victoria, donde se encuentra Melbourne, John Brumby, aceptó la oferta del gobierno federal de dar intervención al ejército.
Los testimonios hablan de llamas tan altas como un edificio de cuatro pisos y de lluvia de cenizas. Algunas personas murieron quemadas dentro de sus casas, escuelas o edificios públicos que no alcanzaron a abandonar. Otro murieron mientras intentaban defender sus casas de las llamas. Muchos otros murieron quemados dentro del automóvil cuando buscaban huir del asedio de las llamas.
En Marysville, un pequeño centro de 500 habitantes, no quedó en pie una sola edificación.
"Es una tragedia para la nación", declaró el primer ministro australiano, Kevin Rudd, al visitar la región. Rudd anunció un fondo de seis millones de dólares para asistir a las víctimas y comenzar a afrontar los daños más urgentes.
Desde ayer sábado 8 de febrero, el fuego se enseñorea en una de las regiones mas ricas de la vitivinicultura australiana en un recrudecimiento de un siniestro que viene manifestándose desde los últimos días de enero pasado. El fuerte viento y la sequía contribuyen a hacer de la zona de Victoria un infierno, que ya cobró decenas de víctimas y destruyó miles de hectáreas de cultivos, entre ellas de vid. Las llamas y el humo se ven desde el espacio a través de los satélites de la NASA.
En las imágenes obtenidas de un satélite de la NASA se advierten los focos del incendio que afecta a la parte Sureste de Australia, al noreste de la ciudad de Melbourne y que ya se encuentra a sólo 60 millas de esta ciudad. Los Números 1,2,3,4 y 5 señalan los focos con una clara visión de las llamas. En el número 1 puede apreciarse la densa columna de humo que indica el foco principal (Foto del Satélite Aqua de la NASA procesada por Diario del Vino).
Cerca de 800 establecimientos vitivinicolas se encuentran en 21 regiones en el departamento de Victoria, zona que abarca la extensión del siniestro que avanza desde el sábado a velocidad increíble, destruyendo casas, cultivos, vehículos y todo cuanto encuentra a su paso.
"El infierno en toda su furia llegó a la gente de Victoria en las 24 horas pasadas", dijo el primer ministro Kevin Rudd a la prensa mientras hacía un recorrido por la zona incendiada.
Testigos dijeron que algunos árboles estallaron y hubo una lluvia de ceniza que caía del cielo. Las temperaturas alcanzaron un récord de 47 grados Celsius (117 grados Farenheiht), lo que se combinó con los fuertes vientos y creó las condiciones perfectas para la propagación de estos incendios incontrolados. Hay sospechas que el inicio del siniestro pudo ser intencional.
Un horizonte en llamas fue el espectáculo que muchas ciudades del sudeste australiano pudieron contemplar entre el sábado y domingo (Ver mas fotos haciendo click en la imagen)
El mayor incendio (Número 1 en la imagen) de 12 que había en el estado de Victoria consumió 30.000 hectáreas cuadradas (115 millas cuadradas) de bosques, campos de cultivo y poblaciones durante el sábado. Entonces el incendio se encontraba a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de la ciudad de Melbourne.
"Gran parte del municipio está quemándose", afirmó Peter Mitchell, un residente de la ciudad de Kinglake, donde murieron seis personas, según reportó la cadena Australian Broadcasting Corp. "No hubo tiempo de hacer nada... cruzó en unos minutos".
En el pueblo de Wittlesea, la organizadora Sally Tregae dijo que canceló el festival anual de música Country y evacuaron a miles de visitantes por seguridad.
"Vi árboles explotar frente a mí", dijo. "Es una cosa horrible. Tengo amigos que perdieron sus casas".
El domingo las noticias de las agencias dieron cuenta que los incendios en el norte de Melbourne, sudeste de Australia, causaron al menos 96 muertos, decenas de heridos y más de 700 viviendas destruidas, y se necesitarán días para controlar las llamas, que devastaron áreas increíbles.
En la zona rural al norte de Melbourne, sudeste del país, la situación es particularmente desastrosa y las consecuencias superaron las de 1983, en el llamado "miércoles de ceniza", cuando 75 personas perdieron la vida.
Según las autoridades, se necesitarán días para controlar todos los focos de incendio, muchos de los cuales tiene un origen doloso, de acuerdo a las hipótesis de las autoridades.
Kevin Rudd, Primer ministro de Australia, se toma la cabeza y el gesto de preocupación del Premier del Estado de Victoria John Brumby (derecha) remarca la angustia del momento.
La situación es tan grave que el primer ministro del estado de Victoria, donde se encuentra Melbourne, John Brumby, aceptó la oferta del gobierno federal de dar intervención al ejército.
Los testimonios hablan de llamas tan altas como un edificio de cuatro pisos y de lluvia de cenizas. Algunas personas murieron quemadas dentro de sus casas, escuelas o edificios públicos que no alcanzaron a abandonar. Otro murieron mientras intentaban defender sus casas de las llamas. Muchos otros murieron quemados dentro del automóvil cuando buscaban huir del asedio de las llamas.
En Marysville, un pequeño centro de 500 habitantes, no quedó en pie una sola edificación.
"Es una tragedia para la nación", declaró el primer ministro australiano, Kevin Rudd, al visitar la región. Rudd anunció un fondo de seis millones de dólares para asistir a las víctimas y comenzar a afrontar los daños más urgentes.
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