Cada año, la pequeña localidad de Beaujeu, de apenas 2.000 habitantes, se transforma en el centro de atención del vino del mundo. Es que es tradición que un día de noviembre, en este caso el pasado miércoles, se lance oficialmente a todo el planeta la producción del famoso Beaujolais, un vino que debe consumirse totalmente en los doce meses posteriores. Esta es la crónica de la noche del "Beaujolais nouveau".
Miles de personas celebraron la noche del miércoles la llegada del 'Beaujolais nouveau' participando en la fiesta de Sarmentelles de Beaujeu, en el corazón de la región vitícola, donde madura el vino del año más conocido del mundo, antes de la perforación de los primeros toneles a medianoche.
Tras respetar escrupulosamente la cuenta atrás de diez segundos antes de medianoche, un clamor y una colección de fuegos artificiales acogieron la llegada de la cosecha 2008. De inmediato se empezaron a descorchar cientos de botellas en chiringuitos diseminados alrededor de la plaza del Ayuntamiento.
También estaban previstas fiestas a través del mundo, sobre todo en Tokio y Nueva York. En Las Vegas, un hotel escenificó un suministro por helicóptero.
El pueblo de Beaujeu, que cuenta apenas 2.000 habitantes, se convierte en una capital del vino una noche al año, su población se decuplica, seguida por unas 15 televisiones, francesas e internacionales.
A pesar de la reducción de las ventas de Beaujolais nouveau en 2007, y en especial de las exportaciones, la fiesta empezó con una cena de gala que reunía a 1.400 invitados de 18 nacionalidades.
En el exterior, para quienes no pudieron pagar los 80 euros del cubierto, un tren en miniatura hacía un recorrido por el pueblo y en la plaza del Ayuntamiento se proponían degustaciones de vinos.
La fiesta de Sarmentelles propiamente dicha comenzó a las once de la noche con la procesión de los viñadores con carretillas llenas de sarmientos en llamas para representar la dureza del trabajo en los viñedos.
Estos sarmientos han dado su nombre a la fiesta de Sarmentelles, que parece tradicional pero sólo tiene veinte años y está vinculada a la promoción del Beaujolais nouveau.
Miles de personas celebraron la noche del miércoles la llegada del 'Beaujolais nouveau' participando en la fiesta de Sarmentelles de Beaujeu, en el corazón de la región vitícola, donde madura el vino del año más conocido del mundo, antes de la perforación de los primeros toneles a medianoche.
Tras respetar escrupulosamente la cuenta atrás de diez segundos antes de medianoche, un clamor y una colección de fuegos artificiales acogieron la llegada de la cosecha 2008. De inmediato se empezaron a descorchar cientos de botellas en chiringuitos diseminados alrededor de la plaza del Ayuntamiento.
También estaban previstas fiestas a través del mundo, sobre todo en Tokio y Nueva York. En Las Vegas, un hotel escenificó un suministro por helicóptero.
El pueblo de Beaujeu, que cuenta apenas 2.000 habitantes, se convierte en una capital del vino una noche al año, su población se decuplica, seguida por unas 15 televisiones, francesas e internacionales.
A pesar de la reducción de las ventas de Beaujolais nouveau en 2007, y en especial de las exportaciones, la fiesta empezó con una cena de gala que reunía a 1.400 invitados de 18 nacionalidades.
En el exterior, para quienes no pudieron pagar los 80 euros del cubierto, un tren en miniatura hacía un recorrido por el pueblo y en la plaza del Ayuntamiento se proponían degustaciones de vinos.
La fiesta de Sarmentelles propiamente dicha comenzó a las once de la noche con la procesión de los viñadores con carretillas llenas de sarmientos en llamas para representar la dureza del trabajo en los viñedos.
Estos sarmientos han dado su nombre a la fiesta de Sarmentelles, que parece tradicional pero sólo tiene veinte años y está vinculada a la promoción del Beaujolais nouveau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario