México tiene un gran mercado prometedor para el consumo de vino y arriban a él caldos procedentes de distintas partes del mundo. Los tratados de Libre Comercio que el país mantiene en vigencia con diversos países o regiones, permiten que la oferta sea muy amplia aunque son mucho menos los vinos que gozan de las preferencias de los mexicanos.
Con un promedio de casi medio litro per cápita, el mercado mexicano del vino se considera un prometedor destino por un avance sostenido en los gustos del paladar de un nuevo consumidor. Y en algunas zonas, como las de los centros de turismo de la Rivera Maya o del Pacífico, ese consumo se eleva a 8 litros per cápita.
Bajo esta realidad, muchos paises productores tratan de posicionarse en México, aunque sólo un grupo de ellos goza de ventajas de ingreso con arancel cero. Estos son los que tienen con el país un TLC o tratado de libre comercio. Bajo este paragua ingresaban hasta hace pocas horas los vinos californianos y de otras regiones de Estados Unidos, amparados precisamente en el NAFTA, acuerdo que une a México, Estados Unidos y Canadá.
La represalia mexicana - concreta y dura por cierto como pocas veces en la historia de las relaciones de estos dos países - por la negativa estadounidense de dejar pasar los camiones mexicanos mas allá de la frontera, dejó a los caldos estadounidenses sin el apetecido, por muchos, arancel cero. Abruptamente se enteraron que debían oblar entre un 10 y un 45 % mas en concepto de arancel y la prensa del Sur destacó que "los vinos norteamericanos" se encuentran entre los productos castigados por los aztecas.
Sin embargo, estos no son precisamente los caldos preferidos en México: España, Chile, Italia, Francia, Australia y Argentina (ésta sin acuerdos preferenciales) son los países cuyos productos son los preferidos de los bebedores de buenos vinos en la tierra del tequila. Los vinos espumsos de USA representan solo el 14% de las importaciones de este tipo y los vinos tinto, rosado y blanco un modesto 6%, según revelaciones de la subsecretaria de Comercio Exterior, Beatriz Léycegui. En realidad, nada para conquistar.
Con un promedio de casi medio litro per cápita, el mercado mexicano del vino se considera un prometedor destino por un avance sostenido en los gustos del paladar de un nuevo consumidor. Y en algunas zonas, como las de los centros de turismo de la Rivera Maya o del Pacífico, ese consumo se eleva a 8 litros per cápita.
Bajo esta realidad, muchos paises productores tratan de posicionarse en México, aunque sólo un grupo de ellos goza de ventajas de ingreso con arancel cero. Estos son los que tienen con el país un TLC o tratado de libre comercio. Bajo este paragua ingresaban hasta hace pocas horas los vinos californianos y de otras regiones de Estados Unidos, amparados precisamente en el NAFTA, acuerdo que une a México, Estados Unidos y Canadá.
La represalia mexicana - concreta y dura por cierto como pocas veces en la historia de las relaciones de estos dos países - por la negativa estadounidense de dejar pasar los camiones mexicanos mas allá de la frontera, dejó a los caldos estadounidenses sin el apetecido, por muchos, arancel cero. Abruptamente se enteraron que debían oblar entre un 10 y un 45 % mas en concepto de arancel y la prensa del Sur destacó que "los vinos norteamericanos" se encuentran entre los productos castigados por los aztecas.
Sin embargo, estos no son precisamente los caldos preferidos en México: España, Chile, Italia, Francia, Australia y Argentina (ésta sin acuerdos preferenciales) son los países cuyos productos son los preferidos de los bebedores de buenos vinos en la tierra del tequila. Los vinos espumsos de USA representan solo el 14% de las importaciones de este tipo y los vinos tinto, rosado y blanco un modesto 6%, según revelaciones de la subsecretaria de Comercio Exterior, Beatriz Léycegui. En realidad, nada para conquistar.
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