Pese a la crisis el consumo de vino en México no bajó, aunque se advierte un cambio en el escenario. Los mexicanos deciden beber más en sus domicilios que en los restaurantes. Cifras muestran que 30 % de consumidores prefieren vinos importados chilenos y 22 % mexicanos. Un mercado que puede cambiar en los próximos tres meses, según fuente de la producción de vino mexicanos.
Los efectos de la crisis económica no golpearán en el consumo de vinos en México durante estas fechas decembrinas, coinciden vitivinicultores y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Luis Cetto, presidente de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, afirmó que pese al escenario, las ventas de vino en el País no han bajado, aunque sí detectaron un cambio en el lugar de consumo al pasar de los restaurantes a los hogares.
"El panorama podría cambiar en los primeros tres meses del próximo año, pero en estas fechas el consumo se mantendrá. También estamos observando transferencia de consumo del restaurante a la casa", dijo.
Agregó que los vitivinicultores están optimistas para el cierre de año, ya que siguen presentando avances, sin embargo, previó varios escenarios.
"Si el tipo de cambio se registra por encima de los 12.50, existirán oportunidades para continuar creciendo a un paso más rápido, si regresa a los 11 pesos, habrá desarrollo a ritmos menores. La definición estará en los próximos 3 meses, cuando se observe el camino de las importaciones", comentó Cetto.
El último sondeo que realizó la Profeco en el consumo de vinos, se detalla que el gasto promedio de los mexicanos en estas fechas es de 200 pesos al mes para 3 botellas de vino y que principalmente lo compran en tiendas de autoservicio y vinaterías para disfrutarlo en casa.
Al respecto, Cetto previó que esta tendencia se mantendrá y comentó que el reto será mantener los ritmos e innovar a base de la creatividad.
"La creatividad, no nada más en nuestros vinos, si no en la forma en que presentamos ante nuestro consumidor, va ser tiempo de estrechar nuevos lazos y fortalecer los que tenemos y difícilmente veo un sustituto natural o directo del vino, si tomamos en cuenta la complementariedad que el mismo hace con los alimentos", dijo.
El sondeo de Profeco muestra que el 38 por ciento de los mexicanos que consumen vino lo hacen con alimentos y que el 31 por ciento bebe el vino por gusto o por ocasiones especiales.
Y también muestran que prefieren los vinos importados el 30 por ciento prefiere los vinos de origen chileno y el 22 por ciento a los vinos mexicanos (sic).
En este factor, es donde los vinos mexicanos pueden ganar o perder ante la crisis
Los efectos de la crisis económica no golpearán en el consumo de vinos en México durante estas fechas decembrinas, coinciden vitivinicultores y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Luis Cetto, presidente de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, afirmó que pese al escenario, las ventas de vino en el País no han bajado, aunque sí detectaron un cambio en el lugar de consumo al pasar de los restaurantes a los hogares.
"El panorama podría cambiar en los primeros tres meses del próximo año, pero en estas fechas el consumo se mantendrá. También estamos observando transferencia de consumo del restaurante a la casa", dijo.
Agregó que los vitivinicultores están optimistas para el cierre de año, ya que siguen presentando avances, sin embargo, previó varios escenarios.
"Si el tipo de cambio se registra por encima de los 12.50, existirán oportunidades para continuar creciendo a un paso más rápido, si regresa a los 11 pesos, habrá desarrollo a ritmos menores. La definición estará en los próximos 3 meses, cuando se observe el camino de las importaciones", comentó Cetto.
El último sondeo que realizó la Profeco en el consumo de vinos, se detalla que el gasto promedio de los mexicanos en estas fechas es de 200 pesos al mes para 3 botellas de vino y que principalmente lo compran en tiendas de autoservicio y vinaterías para disfrutarlo en casa.
Al respecto, Cetto previó que esta tendencia se mantendrá y comentó que el reto será mantener los ritmos e innovar a base de la creatividad.
"La creatividad, no nada más en nuestros vinos, si no en la forma en que presentamos ante nuestro consumidor, va ser tiempo de estrechar nuevos lazos y fortalecer los que tenemos y difícilmente veo un sustituto natural o directo del vino, si tomamos en cuenta la complementariedad que el mismo hace con los alimentos", dijo.
El sondeo de Profeco muestra que el 38 por ciento de los mexicanos que consumen vino lo hacen con alimentos y que el 31 por ciento bebe el vino por gusto o por ocasiones especiales.
Y también muestran que prefieren los vinos importados el 30 por ciento prefiere los vinos de origen chileno y el 22 por ciento a los vinos mexicanos (sic).
En este factor, es donde los vinos mexicanos pueden ganar o perder ante la crisis
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