lunes, 13 de octubre de 2008

Un especialista en vino engañó a Wine Spectator

Un restaurante falso, una lista de vino y el pago de us$ 250 dólares, Robin Goldstein pudo hacer que la renombrada revista norteamericana le adjudicara una recomendación de excelencia. El engaño fue detallado por el propio Goldstein. El tema recorre el mundo del vino y muchos se preguntan que tanto de serio tienen las recomendaciones de la revista Wine Spectator.

Robin Goldstein inventó un nombre atractivo para un restaurant que no existe: "Osteria L’Intrepido". Acto seguido confeccionó una carta de vino que - entre otros - tenía quince marcas que habían sido calificadas de mediocres o poco menos por la revista norteamericana. Despúes pagó u$s 250 a Wine Spectator y remitió su solicitud para obtener una acreditación de excelencia para su "Ostería..."

Para su propia sorpresa Wine Spectator no tuvo ningún inconveniente en aceptar la lista de 200 vinos del restaurant que no existía y otorgarle un galardón.

Robin Goldstein - en forma inmediata - hizo dos cosas: denunció la experiencia ante la Asociación Americana de Economistas del Vino y publicó en su página web con lujos de detalles el caso.

Es curioso leer el documento en internet: Robin Goldstein describe los vinos y sus "descalificaciones" anteriormente por parte de Wine Spectator y que el laureado y falso "Osteria L’Intrepido" incluye como parte de su carta de vinos.

Por ejemplo, la revista dijo de un AMARONE CLASSICO “LA FABRISERIA” 1998 (Veneto) Tedeschi de 185,00 € que es inaceptable y que tiene olor a insecticida, dándole un puntaje de 60.

De un BAROLO 1990 (Piemonte) Az. Agr. GD Vajra de 140,00 € al que le dió 64 puntos sostuvo que es terroso, mohoso, carente de encantos…

Con estos vinos incluidos, "Osteria L’Intrepido" se hizo acreedor a una nota de recomendación de Wine Spectator.

Thomas Matthews, Director de Wine Spectator, salió a aclarar las cosas: sostuvo que el restaurant falso presentó una lista de mas de cien vinos excelentes, y eso era suficiente para ellos, y que la revista juzgaba por la información que le proporcionaba el formulario que pedían con el cheque de u$s 250.

Nada dijo sobre que su publicación tuviera la responsabilidad de cotejar la existencia del restaurant.

Cientos de bodegas premiadas en los famosos "Cien mejores vinos" tienen hoy en sus manos condecoraciones de plomo. La noticia está dando vuelta al mundo y la página de Robin Goldstein recibe adhesiones por millares.

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