"Evitemos el nicho tecnológico"
RYCARDO DE PAZ
Álvaro Palacios acaba de ser distinguido por el Grand Jury Europeén (GJE), dentro del marco de los premios anuales Artvinum, como el 'mejor viticultor joven del año' El jurado que le ha otorgado el premio está compuesto por 50 especialistas europeos, entre sumilleres, enólogos y algunos de los críticos más influyentes, que han valorado el respetuoso trabajo desarrollado por Álvaro con las variedades autóctonas en las regiones donde elabora sus vinos (Priorat, El Bierzo y La Rioja).
Los premios fueron entregados en Stuttgart, capital de la región vitivinícola alemana de Bade-Württemberg, y en esta edición también se ha premiado, como 'obra de una vida', al conde Von Neipperg, padre de Stefan (La Mondotte, Canon-La Gaffilière, Aiguilhe...), que es viticultor en esta zona de Alemania; a Christine Vernay-Amsellem, del Domaine Vernay del Ródano, 'viticultora del año', y al foro en internt de Robert Parker y Mark Squires, 'medio del año'.
En cuanto a Palacios, riojano de 44 años, se formó enológicamente en Burdeos de la mano de Christian Moueix, propietario del mítico Petrus. Es el más joven de los cinco responsables del resurgimiento enológico del Priorat a finales de los 80. Años después desembarcó, con su sobrino Ricardo, en las escarpadas laderas de la comarca del Bierzo para elaborar excelentes vinos con la variedad mencía; y "recientemente" ha regresado a su Alfaro natal para dejar su impronta en la bodega familiar Palacios Remondo y reivindicar los vinos elaborados en la Rioja Baja.
Pregunta .- ¿Qué representa este premio en su trayectoria?
Respuesta.- Es una gran ilusión y gran honor teniendo en cuenta que lo otorga el Grand Jury Européean, el cual está compuesto de personas tan respetadas en nuestro mundo como Olivier Poussier, Michel Bettane o su presidente François Mauss.
P.- ¿Estos reconocimientos condicionan el trabajo diario en la viña y la bodega?
R.- Hoy en día, estos reconocimientos no me pertenecen a mí, sino a los viñedos que nos ofrecen esos vinos tan especiales.
P.- ¿Te consideras un privilegiado por dedicarte a lo que te apasiona?
R.- La verdad es que sí, puesto que trabajar en el medio natural retomando el trabajo artesano de nuestros tiempos más remotos es muy entrañable y gratificante. Lo que peor llevo es la gestión empresarial fría y material.
P.- El actual Priorato se ha convertido en un suculento pastel para grandes bodegas e inversores ¿Qué queda de aquel Priorato de los 80?
R.- En sus laderas escarpadas hemos hecho algunas heridas en forma de aterrazamientos más mecanizables para el cultivo. Desde hace algunos años para aquí, hemos creado formas de control para las nuevas plantaciones. Se está volviendo a las formas originales con aquellos pequeños y densos viñedos en 'coster' (flanco de ladera). Pero su gran mística sigue omnipresente en el lugar.
P.- Vinos tan particulares como los del Bierzo ¿tienen un sitio en el convulso mercado actual?
R.- Los vinos que nos está dando el Bierzo son tan singulares y tan genuinos que no sólo se han hecho un sitio en el mercado internacional sino que entrarán en el olimpo de los grandes vinos clásico del Viejo Mundo. Aunque en España siempre cuesta un poquito más, puesto que aquí nadie es profeta en su tierra.
P.- ¿Hacia donde caminan los nuevos riojas?
R.- A mi me gustaría que Rioja dejara a un lado sus modernas limitaciones cuyos ejemplos son los vinos de alta expresión, los vinos de autor y los vinos de pago y entendiera que con humildad, sensibilidad y empeño, podría presumir de su propia y rica identidad según las características geoclimáticas de cada municipio y parcelas, es decir, hacer vinos con tipicidad y llamarlos por su nombre.
P.- ¿Cómo contribuyen tus vinos a las zonas donde los elaboras?
R.- Creo que las personas y los viticultores muestran más respeto y fe por sus viñedos.
P.- Tu eres un buen conocedor del mercado estadounidense, en general ¿Qué futuro tienen los vinos de nuestro país allí? Y en particular ¿los que tú elaboras?
R.- El secreto para el futuro de nuestros vinos y los de mi propia bodega, consiste en dignificar nuestras mejores parcelas de viña y que año tras año sigamos trabajando con el objetivo de que nuestros vinos no vayan nunca a acabar en los nichos de los vinos tecnológicos del Nuevo Mundo. Nuestros vinos tienen espiritualidad y linaje.
P.- ¿El actual marco reglamentario de las denominaciones de origen permite elaborar vinos diferentes o es un rígido corsé para elaborar vinos de calidad?
R.- Para mí, el único problema que hay con nuestra reglamentación es que todavía estamos encorsetados a unas denominaciones de origen de vinos genéricos regionales. Pensar en la clasificación cualitativa por condiciones geoclimáticas en las diferentes zonas de una DO, no entra en nuestra picaresca mentalidad. Debemos empezar a desarrollar nuestro lado más sensible.
P.- ¿Tu mejor vino esta aun por llegar?
R.- Acabamos de empezar a restaurar nuestro patrimonio vitícola más auténtico. Todavía es pronto y lo mejor siempre estará por llegar.
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