lunes, 23 de junio de 2008

El brunello, ¿prohibido en EEUU?


Estados Unidos ha amenazado con bloquear todas las importaciones de Brunello di Montalcino a partir del 9 de junio. Desde esa fecha, todo el brunello que entre en EEUU deberá estar acompañado de análisis de laboratorio que certifiquen que el vino es "Sangiovese puro". Estados Unidos es el mayor mercado del brunello, pues importa el 25% de su producción total. Según decanter.com, Francesco Marone Cinzano, presidente de la asociación de productores, Brunello Consorzio, ha anunciado que la noticia procede de una carta que la Oficina de Comercio y Fiscalidad del Alcohol y el Tabaco (ATTB) de EEUU envió a la Embajada estadounidense en Roma el pasado día 9.

"A partir del 9 de junio", dijo, citando la carta, "Estados Unidos bloqueará todas las importaciones de brunello a menos que el vino se acompañe de análisis de laboratorio que demuestren que el vino es sangiovese puro".

Dado que el brunello tiene que ser por ley 100% sangiovese, la adición de otras castas sería una violación de la estricta convención de etiquetado vigente entre Estados Unidos y la UE, que estipula que lo que pone en la etiqueta debe garantizar lo que contiene la botella.

Según diversas informaciones, del 9 de abril en adelante la Embajada italiana en Washington recibió de la ATTB numerosas solicitudes de más información y verificaciones acerca del escándalo de mezcla de uvas que ha sacudido recientemente a esta denominación de origen. El hecho de que las solicitudes fueran ignoradas es lo que condujo a la ATTB a adoptar esta postura más agresiva, afirman dichas fuentes.

"Tenemos una asamblea general dentro de dos días, y organizar análisis de laboratorio será nuestra prioridad número uno, para asegurar que el brunello siga exportándose a EEUU", dijo Marone Cinzano. Añadió que la última generación de análisis de laboratorio sólo puede certificar la autenticidad de vinos elaborados con tres variedades: Sangiovese, Nebbiolo y Pinot Noir. "Basándose en el nivel de las antocianinas, los tests pueden probar si los vinos hechos con alguna de estas tres variedades son puros o si se les ha mezclado con otras. "Ahora tenemos que actuar con rapidez para que los consumidores de EEUU y de todas partes se convenzan de la autenticidad del brunello.

En Nueva York, Sergio Esposito, propietario del comercio minorista Italian Wine Merchants, advirtió que es un error que Washington "penalice al brunello por delatarse a sí mismo. Los consumidores tienen derecho a saber lo que beben", reconoció, "pero en el negocio del vino todo el mundo sabe que siguen haciéndose mezclas en todas las regiones y todos los países. Esto supone que, para ser justos, Estados Unidos tendría que someter a controles aleatorios a los vinos importados de todas aquellas bodegas a las que los críticos otorgaran 98 puntos o más, con el objeto de asegurarse de que su contenido es auténtico".

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